Ámbitos de aplicación de la mediación

La mediación es una forma de resolver conflictos cuando las partes involucradas quieren evitar un conflicto grave que pueda suponer una batalla judicial. La mediación, por lo tanto, aporta soluciones en casos donde elegir otro proceso para resolver el conflicto pueda poner en peligro a las partes o suponer un coste que no se puede afrontar. Por lo tanto, la mediación en la actualidad es un proceso que tiene mucha aceptación, cada vez más utilizada por las instituciones públicas y que eligen los propios abogados en casos en los que es difícil establecer un acuerdo sin la implicación de ambas partes para resolver el problema realmente y de raíz.

Por todo ello, la mediación se puede aplicar en diferentes ámbitos de actuación en la actualidad que son idóneas por su complejidad y porque requiere con urgencia operatividad.

Para afrontar todo tipo de conflictos, los mediadores adoptan todo tipo de enfoques, cada cual apropiado para las características singulares de cada caso. La mediación es un sistema que se caracteriza por la mimetización total con el problema, anotando cada opinión, cada paso y cada acuerdo en una estructura que avanza cumpliendo etapas y construyendo un acuerdo de fondo que acaba cumpliéndose tras un tiempo mucho menor que el que supondría llevarlo a juicio.

Enfoques principales de la mediación para resolver conflictos

Para afrontar todo tipo de conflictos, los mediadores adoptan todo tipo de enfoques, cada cual apropiado para las características singulares de cada caso. La mediación es un sistema que se caracteriza por la mimetización total con el problema, anotando cada opinión, cada paso y cada acuerdo en una estructura que avanza cumpliendo etapas y construyendo un acuerdo de fondo que acaba cumpliéndose tras un tiempo mucho menor que el que supondría llevarlo a juicio.

 La mediación como facilitación

En una mediación el mediador tiene que ser parte del proceso pero nunca árbitro. El mediador gestiona el encuentro y dispone a las partes un ambiente de diálogo que fomente el acercamiento, la comprensión de las opiniones y la empatía con las emociones de cada parte. Por lo tanto, el mediador nunca impone una decisión o hace recomendaciones directas, sólo facilita el diálogo, dispone de un ambiente apropiado, apunta lo que se dice, resume y promueve la acción y la participación.

La mediación, por lo tanto, se suele recomendar en todo tipo de situaciones en las que hay falta de diálogo, comprensión, distancia y respeto. El mediador nunca arbitra el encuentro expresando su opinión ni se mostrará parcial en su forma de encarar el encuentro. Los mediadores conducen al acuerdo de forma natural y de raíz, consiguiendo grandes acuerdos y grandes beneficios globales para las partes, consiguiendo un porcentaje de éxito muy elevado, así como de satisfacción de las partes que han participado de una mediación.

Es ideal para casos familiares en los que hay algún tipo de separación; también está muy indicado para conflictos relacionados con el idioma; la mediación es muy resolutiva en procesos penales y en conflictos sociales.

 Mediación por mandato judicial

La mediación es un proceso que cada vez es más elegido por las instituciones públicas de cada vez más países. Por sus características, como por ejemplo que es un proceso totalmente voluntario, pacífico y con voluntad de consenso, la mediación tiene un valor social que en sí mismo se considera beneficioso para la sociedad y para los Estados.

Por ello, un tribunal puede ordenar que se realice una mediación para promover un acuerdo expedito y más eficiente económicamente.

Cuando las partes de un proceso en aras de judicializarse se comprometen a realizar una mediación, las posibilidades de que lleguen a un acuerdo son mucho más altas.

Mediación Consultiva

Existe una rama que estaría relacionada con la labor que ejercen los abogados, pero con características propias de la mediación. La mediación consultiva sería una rama de la mediación que renuncia a alguna de sus máximas con el objetivo de acelerar y agilizar procesos judiciales enquistados.

En este caso, la mediación consultiva es más agresiva, pudiendo emitir juicios de valor, centrarse en los intereses de las partes, evaluar los fundamentos legales de los argumentos de cada uno y promover decisiones justas. En este caso y a diferencia del enfoque facilitador, la mediación consultiva la ejercen abogados con experiencia en el campo específico del conflicto y por mandato judicial.

Mediación transformadora

Es otro tipo de enfoque más directo y participativo que el puramente facilitador. La mediación transformadora es aquella que promueve la mediación como un valor transformador, tanto a la hora de encontrar soluciones, como durante el proceso o camino hasta llegar a él.

De este modo, la mediación implica el empoderamiento de ambas partes como proceso importante dentro de cada sesión, así como a reconocer las necesidades que expresa cada una de las partes y su forma de definir los intereses que les llevan a pensar tal y como piensan.

De este modo, la mediación transformadora se lleva a cabo en ámbitos donde es importante y se pone en valor las capacidades de cada una de las partes para resolver el problema de forma natural y constructiva, buscando el beneficio a largo plazo y la satisfacción global por encima de los intereses personales.

 Mediación con arbitraje

Este tipo de mediación se caracteriza por tener como objetivo principal llegar a un acuerdo, por lo que se incluye dentro de las condiciones de entrada que el acuerdo es vinculante.

Una vez se firma, se negocia una solución al conflicto con la ayuda de un mediador. El proceso no se considera terminado mientras haya cuestiones sin resolver y no exista acuerdo, por lo que puede derivarse a juicio.

La figura del mediador puede ejercer sus funciones como árbitro y tomar una decisión vinculante sobre el caso en general o sobre aquello que no quedó resuelto.

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